dijous, 18 de març del 2010

Segons Zenit, no es respecten als catòlics a Espanya

L’agència de notícies Zenit, empresa amb força lligams amb el moviment eclesial “Legionaris de Crist” ha publicat una petita entrevista a José Andrés Rozas, membre del Consell de l’Associació de Juristes Cristians de Catalunya Duran i Bas. José Andrés Rozas també és degà de la Universitat Abat Oliba CEU de Barcelona y professor de Dret Tributari en la mateixa universitat.

A continuació reprodueixo un fragment d’aquesta entrevista on es evident que l’interès tant de l’entrevistador com l’entrevistat és denunciar que a Espanya hi ha persecució contra els catòlics.

¿Qué postura debería adoptar el Ejecutivo ante el fenómeno religioso y ante las distintas confesiones religiosas?


J.A. Rozas: De respeto, sin duda. Es sorprendente porque parece que el único prejuicio que es admisible en el debate público es el prejuicio anticatólico, y esto no tiene sentido. Es conocida la frase “todas las opiniones son respetables”, y así es, menos la de los católicos. Al menos merecemos el mismo respeto que cualquier otra confesión.

Desde el punto de vista antropológico, el Estado tiene que entender que el fenómeno religioso es inherente al hombre, en cualquiera de sus manifestaciones. El creyente no es un marciano, es un ciudadano de pleno derecho.

El Estado tiene una tendencia fuerte ha admitir como doctrina pública el agnosticismo, y como patología, o como mucho como cuestión que ha de quedar restringida al ámbito del hogar, la dimensión religiosa. Ese es un planteamiento que niega la realidad. Además, es sectaria, porque supone imponer como doctrina pública el agnosticismo, que es el problema de Educación para la Ciudadanía.

- ¿Entonces el Gobierno no respeta suficientemente la libertad de expresión de los católicos?

J.A. Rozas: Se ha creado un clima de opinión pública en el que funciona algo que es muy pernicioso y mucho peor que la censura: la autocensura. Todo el mundo es muy consciente de qué es lo que hay que decir para no ser expulsado de la sociedad civil y condenado a la muerte intelectual.

El problema es que la opinión del católico es arrinconada, en el mejor de los casos, al rincón de las extravagancias y de los frikis intelectuales. Hay un prejuicio singular: partir de la premisa de que todo lo que dice un católico lo dice porque se lo mandan los obispos y que, además, es una imposición para el resto de los ciudadanos. Esto supone tratar a los católicos como personas incapaces de razonar por sí mismas. También supone partir de la premisa de que el único que impone es el que propone el planteamiento católico para resolver las cuestiones sociales.

El planteamiento se ha de situar en el siguiente esquema: hay distintos modos de solucionar los problemas de la sociedad y uno de éstos modos es la propuesta de la Doctrina Social de la Iglesia, otro es la propuesta laicista y agnóstica. Puede triunfar uno u otro en el debate político. Pero ha de quedar claro que no es que una postura sea intromisiva e impositiva, y la otra neutral y aséptica.


Això és el que es pensa sincerament des de les files dels moviments conservadors del catolicisme espanyol i, que a través de Zenit, es projecte a tot el món. Molts catòlics d’aquest país sabem que això no és veritat i que al fer aquestes afirmacions s’està falsejant la realitat. Per això són necessàries altres veus d’esglésies, centrades i responsables, capaces de comunicar una altra imatge de les relacions entre l’Església catòlica espanyola i els governants. És una sort, per l’Església i la societat, tenir revistes o medis digitals, com Catalunyareligio entre altres, que transmeten una informació eclesial i política veraç. Que per molts anys duri.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada