Les següents paraules de Joan Maragall del seu article “La iglesia quemada” publicades a la Veu de Catalunya del 18 de desembre de 1909 segueixen vives i somouen encara a la consciència dels creients. És, com diu Hilari Raguer, una article que traspua una experiència mística. Joan Maragall escriu aquesta article després d’haver assistit a una missa en una església cremada pels fets de la setmana tràgica. L’església que inspirà al poeta era l’oratori de Sant Felip Neri de Gràcia
L’article comença dient "Yo nunca había oído una misa como aquélla”. Durant la missa percep el profund sentit de l’eucaristia “"El Sacrificio estaba allí presente, vivo y sangrando, como si Cristo muriera de nuevo por los hombres, y otra vez hubiera dejado en el Cenáculo su Cuerpo y su Sangre en el Pan y el Vino. El Pan y el Vino parecían recién hechos: la Hostia parecía palpitar, y el vino, al verterse en el cáliz, a la luz del sol, parecía sangre que chorreaba". Joan Maragall vol una església més simple que permetés que les paraules sagrades “"fuesen leídas, gritadas al pueblo las palabras de fuego de las Epístolas de san Pablo" i que l’Evangeli fos proclamat "en su divina simplicidad", i els fidels enteguessin al capellà quan "les muestra el Pan y el Vino temblando y haciéndoles temblar".
En el moment de combregar el poeta s’imagina un altre escenari molt diferent al reclinatori on s’agenolla perquè pensa que és “espesísima muralla que no deja pasar ni una centella de aquel fuego sagrado, ni un rayo del Santo Misterio que en el altar arde y brilla". Afirma que li hauria agradat que el capellà, de cara al poble, i no d’esquena com estava, digués “"Y he aquí vuestro mal: que en la Iglesia de Cristo buscáis demasiado la paz, que entráis sin amor, que os dormís, ¡que se os está muriendo la fe! Pensadlo bien: ¿qué le vais a pedir vosotros a Cristo en su Iglesia? Le pedís paz, quietud, olvido, que aparte de vosotros la tribulación y la amargura, que os dé un buen sueño. ¡Pues no es ésta la paz de Cristo!".
Als que es trobaven al carrer, mirant a través de les parets despullades del temple destruït, Joan Maragall els diu: "Entrad, entrad: la puerta está bien abierta; vosotros mismos os la habéis abierto con el fuego y el hierro del odio. Destruyendo la iglesia habéis restaurado la Iglesia, la que se fundó para vosotros, los pobres, los oprimidos, los desesperados". Al de dins del temple els diu: "No se la volváis a quitar (l’església als que l’han cremat) reedificándola; no queráis alzar de nuevo sus paredes más fuertes, ni la bóveda más bien cerrada, ni le pongáis puertas mejor forradas de hierro, que no está en esto su mejor defensa, y volveríais a dormiros en ella; ni tampoco pidáis la protección del Estado para ella, que demasiado parecía ya una oficina a los ojos del pueblo en ciertos aspectos; ni queráis mucho dinero de los ricos para rehacerla, que los pobres no puedan pensar que es cosa de los otros".
Magnífic article de l’Hilari Raguer que ens torna a recordar l’actualitat de les paraules del poeta Joan Maragall i el seu caràcter de poeta de la consciència d’un país.
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